itibaren 8505 Mitteregg, Avusturya
Como es bien sabido, la historia la escriben los que ganan y es por eso, que en ocasiones, cuando encuentro un libro que cuente la otra parte de lo ocurrido, me rindo a leerlo y disfrutarlo. La conquista de la Nueva España (y de todo el continente americano, en general) ha sido siempre un tema difícil, principalmente por que los españoles (los gallegos, como les decimos los argentinos) no han querido reconocer la masacre que llevaron a cabo en estas tierras con la ayuda de la "santa" iglesia católica. Estoy de acuerdo con Rius en que gran parte de la culpa de que muchos latinoamericanos seamos como somos es debido a la influencia de la iglesia y de los gallegos. Pero, he decidido darle 4 estrellas al libro por que tampoco creo que lo que sería América fuera un oasis de paz y armonía tal y como él lo describe en algunos capítulos. Entiendo que si había sacrificios humanos de prisioneros es por que un pueblo tenía sometido a otro y por lo tanto, no existe la paz de la que habla. No estoy en contra de los sacrificios humanos, sé que en alguna medida todas las civilizaciones han recurrido a ellos (¿acaso la pena de muerte no es un sacrificio humano?), si no que, lo que no me parece tan acorde a la realidad es la utopía de que las gentes en esta parte del mundo había aprendido a vivir sin someter a otros cuando es evidente que no es así. Por lo demás, estoy de acuerdo con él en que imponer un estilo de vida que no sólo era radicalmente opuesto al que ya existía (si no que además resultó en la introducción de especies existentes en Europa y que dañaron el medioambiente) no es la forma de "civilizar" a quienes NO necesitaban ser civilizados... Hicieron bien en Buenos Aires en convertir en "asadito" a Solís, cuando por primera vez pisó el Río de la Plata...